Restaurante Mykasa en Barcelona

Dirección:

C/ Espronceda, 367 - 08027 - Barcelona

Teléfono:

933512368

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Opiniones del restaurante Mykasa:

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Mari Carmen escribió:
Yo era cliente habitual del Mykasa y a fe que sigo recomendando fehacientemente su gazpacho como el mejor que he probado en mi vida entera, pero un día, por incidencia con dos camareros (los mismos de siempre) decidí no volver. No os tiene por qué pasar a vosotros y cocinan muy bien, y sigo recomendándolo, pero mi dignidad a mí me impide volver. Primero porque hará cosa de dos años, hubo días en que yo iba (iba casi a diario) a pedir su gustosísimo gazpacho y al menos en 4 ocasiones me colaron uno de bote y la única explicación, cerrados en banda, es que era el mismo de siempre, y me lo cobraron al mismo precio; ahí ya me sentí estafada. Las condiciones higiénicas; otro día me encontré un trozo de lomo adobado mordido en uno de mis bols de exquisito gazpacho. Al año siguiente, como cada verano iba casi a diario a deleitarme con su exquisito gazpacho. A veces con mi novio, a veces con amigos... Pues bien, hay dos camareros pasados de graciosos que gastan bromas machistas en voz alta (principalmente cuando iba sola, qué cobardes) y como si fuera tonta y sorda de: "Mira esta guarrilla, cada día con uno diferente, y jajajá". Cosa que yo tengo pareja estable y aunque fuera verdad que cada día con uno, típico comentario machista cuando se supone que existe la libertad sexual, sólo se supone, menudo machaqueo ya con el temita de que las chicas somos unas guarrillas sólo porque nos ven hablando con chicos, es insultante. Uno es un camarero gordo, canoso y con bigote canoso y el otro un musulmán, que encima, cuando cree que nadie le ve, se apura los culillos de las botellas de licor fuerte detrás de la barra y como empina el tío, dando los dos una imagen nefasta de un local que era mi predilecto pero que por motivos obvios no pisaré más. Fastidia que pague yo las consecuencias de su machismo descarado y humillación, siendo privada de mi gazpacho favorito. Debí haber pedido el libro de reclamaciones y denunciado en su día. Gente así que está de cara al público deberían ser despedidos.